La llegada de un recién nacido a la familia es un acontecimiento emocionante pero también puede venir acompañado de desafíos. Uno de los más comunes y estresantes es el cólico infantil. Estos episodios de llanto inconsolable a menudo confunden y frustran a los nuevos padres, pero con la información adecuada y las estrategias correctas, es posible ayudar tanto al bebé como a los padres a sobrellevar estos momentos difíciles.
El cólico en bebés se refiere a episodios de llanto intenso y prolongado en un bebé que, por lo demás, está sano. Estos episodios tienden a ser más comunes en las tardes o noches y pueden durar desde minutos hasta horas. Es normal que los cólicos comiencen a las pocas semanas de vida y disminuyan alrededor de los cuatro meses. Sin embargo, para los padres, las horas de llanto parecen eternas.
Los síntomas de cólico en recién nacidos incluyen llanto intenso e inconsolable, generalmente a la misma hora todos los días, y un cambio notable en el temperamento del bebé. El bebé puede parecer que está en dolor, puede arquear la espalda, tensar los puños y levantar las piernas hacia el abdomen. Aunque puede ser angustiante, es importante recordar que el cólico en sí mismo no es perjudicial para el bebé.
Aún no se conoce la causa exacta del cólico infantil, pero se cree que varios factores podrían contribuir. Algunos expertos sugieren que el sistema digestivo inmaduro del bebé o la sensibilidad a ciertos alimentos puede ser el culpable. Otros factores podrían incluir el temperamento del bebé o una reacción al estrés en el ambiente. En cualquier caso, lo importante es centrarse en formas de calmar a su bebé.
Remedios para cólicos en bebés: Probar con el uso de chupetes, ya que algunos bebés encuentran reconfortante el acto de succión.
Masajes para aliviar cólicos en bebés: Realizar masajes suaves en el abdomen del bebé puede ayudar a liberar el gas atrapado y aliviar el dolor.
Baños de agua caliente para cólicos: Un baño tibio puede relajar al bebé y ayudar a calmar el cólico.
Música o ruido blanco: Algunos bebés se calman al escuchar música suave o ruido blanco, como el sonido de un ventilador o una aspiradora.
Algunas prácticas de alimentación pueden ayudar a minimizar los episodios de cólicos. Asegúrese de que el bebé esté bien sujeto y que el biberón tenga un ángulo adecuado para evitar tragar aire. La importancia del eructo para evitar cólicos no debe subestimarse; asegúrese de que el bebé eructe después de cada toma.
Para las madres que amamantan, ciertas modificaciones en la dieta pueden tener un impacto. Reducir alimentos que produzcan gases, como los lácteos, el café y ciertas verduras, puede ser beneficioso. Siempre es importante discutir cualquier cambio dietético con un pediatra.
Intentar rutinas calmantes antes de la siesta y la hora de dormir, como luces tenues y una voz suave, puede ayudar a un bebé con cólicos a relajarse. A veces, un paseo en cochecito o en automóvil puede inducir el sueño.
Si sospecha que el llanto de su bebé se debe a algo más que cólicos, o si tiene preocupaciones sobre la salud de su bebé, es esencial consultar con su pediatra. La diferencia entre cólicos y otros llantos del bebé puede ser sutil, pero un profesional puede orientar mejor a los padres.
Los cólicos en recién nacidos no solo afectan al pequeño sino también al bienestar emocional de los padres. La falta de sueño y la preocupación constante pueden pasar factura. Es importante buscar apoyo y compartir responsabilidades con otros miembros de la familia. También es vital recordar que esta fase pasará y, con el tiempo, tanto el bebé como los padres encontrarán alivio.
Los cólicos pueden ser un desafío, pero con paciencia, amor y algunas estrategias básicas, los padres pueden ayudar a su bebé a estar más cómodo y tranquilo. Esta etapa es una oportunidad para desarrollar un vínculo más profundo y construir recuerdos significativos a pesar de las dificultades.